lunes

SOMOS

  ¿Qué misterio esconde el interior de cada ser humano? Somos ínfimas y efímeras partículas de vida, inmersas en un Universo a nuestros ojos infinito; pero a la vez, cada uno de nosotros es un colosal Universo interior. Porque, además de cuerpos físicos, somos los sentimientos y emociones que mueven esos cuerpos. Y al igual que ciertas fuerzas inmutables rigen el funcionamiento del universo exterior, hay fuerzas que gobiernan nuestro universo interior.

 

   En realidad, conocemos mucho más de lo que ocurre fuera que de lo que ocurre dentro de nosotros mismos. ¿Sabemos exactamente quién es y de qué es capaz en cada momento aquel con quien convivimos codo a codo? Pero es que, ¿acaso controlamos la magnitud y el sentido de nuestras propias emociones? ¿Podemos anticiparnos a nuestros pensamientos y reacciones? ¿Somos capaces de refrenar todos nuestros impulsos? Somos marionetas en manos de nosotros mismos. Somos esclavos de los sentimientos encontrados que luchan en nuestro interior. Somos veletas zarandeadas por el viento incontrolable del espíritu; o de la bioquímica, si por casualidad todavía es usted un ate@ convencido.

 


 

miércoles

FELIZ NAVIDAD!

Los Evangelios describen a Jesús de Nazaret como alguien que nació en un pueblo casi desconocido, trabajó como carpintero hasta los treinta años y luego, durante unos tres años más, se convirtió en predicador itinerante. Un predicador que nunca viajó a más de cuatrocientos kilómetros de distancia del sitio donde nació. 

No fue Jesucristo una persona instruida o de abolengo, no jugó un papel importante en el mundo de la época, y ni siquiera dejó sus enseñanzas por escrito. Vivía con extrema austeridad, relacionándose con leprosos, pordioseros, recaudadores de impuestos, prostitutas, extranjeros... la escoria de la puritana sociedad judía de la época, a la que criticaba sin ambages.
 
Según los evangelistas, proclamaba a quien quisiera escucharle: "Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced el bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y persiguen...". Al final de su corta vida sus amigos le abandonaron, fue entregado a sus enemigos; y luego de sufrir múltiples vejaciones, crucificado entre dos ladrones. Depositaron su cuerpo destrozado en un sepulcro prestado, porque nada material tenía en este mundo.
 
 
 
 
 
La Navidad, no deberíamos olvidarlo, es la fecha en que se conmemora el nacimientos de Jesús de Nazaret, el hombre cuya prédica cambió el curso de la historia humana. Y aún hoy el verdadero mensaje del Cristo, el del amor incondicional, resulta altamente subversivo para los que detentan el Poder, cualesquiera sean su ideología e intereses.
 
Me niego a convertir la Navidad en una fiesta del consumo; o en la obligación de, por una vez en el año, reunirse bajo el paraguas de la hipocresía los que mañana volverán a detestarse.
 
Una  canción de Lennon, un hermoso villancico que él adaptó, nos recuerda dónde debería estar el verdadero espíritu de la Navidad. Aquí os dejo War Is Over (If You Want It) subtitulado en español (para leer bien los subtítulos hay que "cerrar" los anuncios que a veces aparecen en el pie del video):  

https://www.youtube.com/watch?v=ZZeaEVuMxkw

  

https://youtu.be/ZZeaEVuMxkw

  Felíz Navidad y Próspero Año nuevo, amig@s!! (La guerra ha acabado, si tú lo quieres)

martes

SOBRE EL POETA Y LA POESÍA

   Todo lo construido en este mundo primero fue un sueño, un proyecto en la mente de alguien. Da igual que sea una silla, un libro, una canción o una nave espacial. Y las cosas que hacemos, las decisiones que tomamos, parten siempre de un pensamiento inicial. Cuando el mundo se hizo, lo primero fue el Verbo. Un amigo me dijo una vez que las guerras las comienzan los poetas con discursos emocionados y las terminan los soldados con la fuerza de las armas, y es verdad.

La poesía es el sentimiento hecho palabra. La gente no entiende la importancia de leer poesía. Es como que te rieguen el alma. La comida alimenta el cuerpo, pero la poesía alimenta el alma, que es tan importante o más que el cuerpo.

La poesía esa del “tuyo y el mío”, del “si no me quieres muero” me interesa poco. La acepto porque tiene cosas hermosas, pero prefiero los poemas dirigidos al espíritu. Lo que necesitamos los seres humanos es un despertar espiritual, una conciencia superior. Y tampoco es tan necesario entender intelectualmente la poesía que uno lee: lo importante es sentirla en el corazón, que te erice la piel. La gran poesía es una puerta abierta a la verdad.

El poeta congrega o disgrega, da o quita el ansia de vivir. El poeta crea imaginando, sueña la eternidad. El poeta es el toque, el anunciador, el mensajero. ¿Qué hacía Shakespeare? Ir de pueblo en pueblo llevando un mensaje que muchos no entendían. Eso es lo que han hecho los grandes bardos de todos los tiempos. ¿Qué pasa con la poesía esta de los “intelectuales”? Ningún mensaje hay, porque hablan de sí mismos y nada más. Y el poeta, el verdadero, debe transmitir sentimientos profundos a los demás.

El poeta nace, no se hace. Y debe sentirse libre para poder crear. Nadie se gradúa de poeta en la universidad, esa carrera no existe en ningún lugar. El estudio te ayuda a mejorar el lenguaje, pero la emoción, el mensaje nacido del alma, eso solo te lo da la divinidad. Hay seres que escriben y escriben y no pasa nada, pero hay otros seres que son un destino. 

Recuerdo ahora este pasaje de Tagore que tantas veces recité:

 ¿Quién eres tú, lector, que dentro de cien años leerás mis versos?

No puedo enviarte ni una flor de esta guirnalda de primavera, ni un solo rayo de oro de esa nube remota.

Abre tus puertas y mira a lo lejos.

En tu florido jardín recoge los perfumados recuerdos de las flores, hoy marchitas, de hace cien años.

Y te deseo que sientas, en la alegría de tu corazón, la viva alegría que floreció una mañana de primavera, cuya voz feliz canta a través de estos cien años.

Y aquí estoy hoy, un siglo más tarde, recordando los versos de Tagore.

Todo lo que el cuerpo da se va a la tierra en un momento determinado, incluyendo el cerebro. El mensaje del poeta es la eternidad, lo que de alguna manera siempre va a estar vivo.

Carmina Benguría

Solo el amor construye