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MI IDEOLOGÍA

Hace pocos días, en una boda, un conocido editor al que acababa de conocer me disparó a quemarropa:

- ¿Tú eres de derechas o de izquierdas?

Por el tono de su voz comprendí que el hombre pretendía definir si soy el tipo de escritor que a él le interesa promocionar. La calidad literaria era en ese primer momento un factor secundario, lo importante era la ideología del escritor.

Recordé que en el tiempo que trabajé como periodista en el concello de Mos se me acercaron con más o menos sutileza enviados de los tres partidos políticos que luchaban a diente de perro por el control del concello, proponiéndome que publicara en sus respectivos órganos de prensa. Eso sí, debía escribir dentro de la línea que ellos querían que escribiera, pues para eso pagaban. Aquello nada me gustó y terminé diciéndole "No" a los tres enviados, suicidando así a mi incipiente y prometedora carrera como periodista independiente. Había salido de mi país para, entre otras razones, escribir libre de las limitaciones ideológicas que allí imperan, y ahora venían estos a ponerle precio a la libertad recién conquistada.

"¿Por qué no aceptaste la mejor de las propuestas que te hicieron en el concello? Para prosperar en el mundo de la literatura hay que formar parte de un bando que te aupe. Si no estás comprometido, estás jodido", me advirtió un escritor amigo al conocer mis negativas. La verdad es que hay muchos estúpidos en este mundo, y yo soy el primero de ellos. 

- Lo que usted quiere saber es cuál es mi ideología personal -le respondí al editor de la boda, que esperaba con su copa de Ribera del Duero en una mano y par de lascas de jamón serrano en la otra.

  - Por supuesto -sonrió con sutil picardía-. Y no me vengas conque eres de ”centro”, que esos son los más cobardes y reaccionarios.

Cansado estoy de los que pretenden encasillar a las personas en bandos irreconciliables. Barricadas mentales desde las que cada cual proclama, sea verdad o mentira o una mezcla de ambas, solo lo que conviene a sus intereses y perjudica al contrario. Bandos empeñados en manipular a la gente para llevarla con los ojos cerrados al redil que ellos quieren. Al final, todos la misma bosta.

   - Compañero comisario -dije mirando a los ojos del editor-. Mi ideología personal es la decencia, y si no sabe lo que esa palabra significa, por favor búsquela en el diccionario.