viernes

UNA AYUDA, POR FAVOR

 Llueva o haga sol, siempre está allí, silenciosa y ausente. Lleva varias semanas acurrucada en el mismo sucio pedazo de acera aledaño a la puerta de una concurrida farmacia. Está ahí prácticamente todo el día, las noches no sé dónde las pasará. 

Extremadamente flaca, con un rictus de dolor en los labios, la mirada perdida y un vaso vacío a modo de escudilla a cuyo lado un pedazo de cartón suplica con buena letra y ortografía: "Buenos días. Estoy enferma y en la calle. Una ayuda, por favor". Esa mujer no tiene aspecto de mendiga profesional, ni de drogadicta; suele estar aseada y aún vestida, como está, con ropas muy usadas se percibe el decoro en su escuálida amargura.

Hoy parece haberse quedado dormida con las gafas puestas, abrazada a un libro enorme que bien pudiera ser la Biblia; o quizás sea El Capital, ¿en este caso qué más da? No conozco mucha gente capaz de dormir abrazada a un libro.

Los transeúntes pasamos a su lado sin apenas mirarla. Como si no existiera nada en ese sucio pedazo de acera donde una mujer agoniza asida a un libro. Si fuera un perro abandonado, ya alguien (¡somos tan solidarios!) habría tenido compasión de ella: siempre cabe uno más en la protectora de animales.

 

jueves

PARECE QUE FUE AYER

ACABAN DE CUMPLIRSE VEINTE AÑOS DE LA PUBLICACIÓN  DE MI PRIMERA NOVELA. 

Y, PARAFRASEANDO AL INEFABLE MANZANERO, NO SE ME OCURRE DECIR OTRA COSA MÁS QUE "COÑO, PARECE QUE FUE AYER"...


PARA QUIEN QUIERA CONOCER -O RECORDAR, QUE TANTO VALE- LA HISTORIA DE ESTA NOVELA TAN QUERIDA, AQUÍ VA EL LINK A LA WEB QUE DESENTRAÑA SUS ORÍGENES Y PRIMEROS PASOS.
  ENJOY IT!
 
https://rojosenlalluvia.blogspot.com 
 

lunes

NO ME GUSTA

 No me gusta que me dicten lo que debo recitar y lo que debo callar, adónde puedo ir y cómo me debo comportar, a quién debo aplaudir y contra quién debo gritar cuando den la orden gritar.

 Rechazo imponer a los demás lo que desprecio para mí. No acepto que me compren ni que me vendan, que prostituyan mi alma a cambio de una efímera migaja de tranquilidad. Así que, señores intransigentes, influencers de la manipulación, travestis de la hipocresía, generales auto ascendidos y presidentes designados... Mentirosos de pacotilla: váyanse al carajo y no jodan más.