viernes

ELLA

Me comprende mejor que nadie en este mundo.
Escucha mis confidencias con respetuoso silencio, y nunca ha intentado convencerme de nada. Salta de alegría cuando llego a casa, no importa la hora que sea,  y en las noches de frío intenso se refugia en mi cuerpo, agradeciendo con tenues suspiros el baile de mis dedos en su cálido vientre.
Ella me tiene a mí y yo la tengo a ella. Nunca nos fallaremos, lo sé. Se llama Lala y es una pequeña yorkshire de siete años que llegó a mis manos porque nadie la quería.