Hay magníficos escritores que nunca
salen en los periódicos ni ganan honrosos premios literarios. Pacientes,
tenaces, irreductibles, ajenos a las efímeras pompas de la vanidad,
constructores en la sombra de obras que el tiempo consolida como imprescindibles.
Xosé Manuel García López es uno de
esos exquisitos orfebres desconocidos. Seis novelas ha publicado en los últimos años,
seis diamantes que constituyen también una crónica subterránea de la ciudad que le vio nacer y donde,
paradójicamente, muy pocos conocen su obra. Merece atención, sobre todo
entre los suyos, aunque bien sabido es aquello de que “nadie es profeta en su
tierra”.
Desde aquí quiero llamar la atención
sobre este francotirador de la cultura, insobornable y veraz, que en silencio construye la crónica negra de una ciudad
-Vigo- ignorante de sí misma.