Mañana tenue, templada, amable. La luz
del sol acaricia las hojas del limonero del patio, vistiéndole de un dorado inefable. Silencio total, paz absoluta en el aire,
sensación de bienestar. Es en el silencio donde mejor se comprenden los ruidos
de la vida.
Un gorrión pasa volando, feliz, rumbo
al nido que está construyendo; y los mirlos escarban la tierra en busca de los primeros insectos de la temporada. La naturaleza
estira sus brazos y bosteza.
Hoy comenzó la primavera, hubo un
eclipse de sol y se abrieron las primeras margaritas de mi patio. Hoy le pido humildemente
al Creador que haga cumplir nuestros mejores sueños, los tuyos y los
míos.