El pasado jueves por la tarde, caminando por la Plaza del Obradoiro, pensé que ya era hora de renunciar al vicio de dejarme la piel escribiendo libros sin contar con el adecuado respaldo editorial. Y el viernes por la noche una inesperada llamada me informó que "El vuelo del cormorán" había ganado el Premio Ciudad de Badajoz de Novela.
GRACIAS, BADAJOZ
Me has dado mucho más que un premio: me has dado nuevas alas con las que seguir volando a ras de mar, como un viejo y tozudo cormorán.
Postdata para Marta Robles, esa excelente periodista y escritora a la que hice sufrir con mis torpes palabras cuando me comunicó por teléfono el premio: éste es el "niño" que oías llorar a mi lado...