sábado

OCTUBRE

  Lluvia intermitente golpeando las ventanas. Viento que silba y estremece los árboles. Se pudren los últimos tomates de la huerta y aparecen las  primeras castañas con su olor a queimada. El sol mengua por días y lo hace regalándonos sutiles colores, y luces y sombras que se enfrentan en incesante danza.  Aún no hace frío pero ya está aquí, de nuevo, una vez más, el  melancólico otoño.
  Parece que sólo el tiempo ha pasado en el último año.