TRAS DIEZ AÑOS FUERA DE MI PAÍS, YA PUEDO DECLARAR LA PROPIEDAD DE UN GATO BELLACO
DE UNA PERRA LEAL
Y DE UN DOJO QUE COME EN MIS MANOS
TAMBIÉN TENGO UNA MANZANA DE CUARZO, PROMESA DE ETERNA AMISTAD
Y UN SUEÑO EN EL QUE MI PUEBLO BAILA ABRAZADO A SU LIBERTAD