jueves

EN EL AEROPUERTO


Gentes que parecen miembros de una misma religión, vestidos todos con elegantes tonos oscuros. Caminan ausentes, con frenética prisa, asidos a un teléfono móvil y al inevitable portafolios. ¿Viajan? ¿Viven? ¿Están en este mundo?

Sonrisas forzadas, caras serias, piel cetrina y ojos cansados. Hablan sin parar, como entrenadas cotorras, pero ni ellos mismos parecen escuchar sus estereotipados discursos. ¿Qué coño les pasa? ¿Es esto lo que llamamos éxito en el mundo de hoy?