Yoana
es una insatisfecha profesora de Lingüística de la Universidad de La Habana con
un marido demasiado mayor para ella, y un enamorado demasiado joven siguiéndole
los pasos. ¿Es posible sobrevivir con éxito a tamaño dilema?
Mientras
trabaja en su tesis doctoral sobre La Regenta, la profesora Yoana rescribe la
historia de la inmortal novela de Leopoldo Alas “Clarín” desde su personal
punto de vista, como a ella le gustaría que se hubieran desarrollado los
acontecimientos, y de forma paralela nos va contando también la historia de su
vida en La Habana del siglo XXI; porque entre Yoana y la protagonista de La
Regenta, a pesar de vivir en épocas y lugares tan diferentes, hay muchísimos puntos en común.
Teresa
Dovalpage describe la surrealista realidad cubana con fina ironía, sin apelar al panfleto o el morbo, el teque y la
moraleja. Poniendo el dedo en la llaga, pero evitando apretar más de lo debido.
De una manera delicada y veraz, divertida e incitadora; genial.
Hay dos tipos de novelas: las que te enganchan desde el capítulo uno y te dejan un inolvidable sabor de boca, y las que te llevan a remolque hasta que logras deshacerte de ellas. La Regenta en La Habana, recientemente publicada por la Editorial EDEBÉ, es de las primeras y hasta se queda uno con deseos de que continúe la historia para ver cómo su heroína logra mantenerse a flote en esa moderna Vetusta que también es La Habana.
Hay dos tipos de novelas: las que te enganchan desde el capítulo uno y te dejan un inolvidable sabor de boca, y las que te llevan a remolque hasta que logras deshacerte de ellas. La Regenta en La Habana, recientemente publicada por la Editorial EDEBÉ, es de las primeras y hasta se queda uno con deseos de que continúe la historia para ver cómo su heroína logra mantenerse a flote en esa moderna Vetusta que también es La Habana.
Gracias, Teresita, porque tus libros nos renuevan la esperanza en la buena literatura y, qué coño, nos divierten, chica, nos divierten cantidad.