Hace pocos días salí a pasear por el curso del río Lagares con mis amigos Rubén El Yeti y La China Felicita.
- Si la vida te lanza un limón, ¿qué hacer?... ¡Una limonada!
Al escuchar sus palabras, Felicita -que cuenta en su haber más lances amorosos que batallas librara el Cid Campeador- quiso solidarizarse a su manera con El Yeti y alzando los ojos al cielo exclamó:
- Tienes razón, campeón: ante una violación inminente lo mejor es relajarse y disfrutar.
Y yo, para no quedarme atrás, decidí sumarme al momento filosófico uniendo en una sola dos frases que he visto en vallas publicitarias de carretera:
- El mejor de lo viajes posibles siempre será el próximo… Y el amor de tu vida, el último.
- El futuro siempre aparece el día menos pensado -apostilló El Yeti, dirigiéndose a sí mismo.
Dicho esto seguimos caminando en silencio por las márgenes del Lagares, buscando el mar.