“No se puede vivir con los sentimientos divididos en dos partes, una a cada lado del Atlántico. O estás aquí o estás allá, Fernando, porque es muy complicado palpitar en dos sitios diferentes a la vez…
A veces alguien me habla vanidosamente de cómo disfrutó en su último viaje a un lugar exótico, y yo parezco estar al tanto de la conversación. Pero mis ojos están un poco a la derecha de la cara del que me habla, siguiendo el vuelo de una mariposa que zigzaguea en busca de su flor y mis pensamientos caminan entre los que quedaron allá, tan lejos, los vivos y los muertos. Eso ocurre cuando a uno le da por pensar más de lo debido en las cosas del pasado. ¿No le llaman a eso recordar? A veces veo caras que se me parecen demasiado a las de personas amadas que bien sé nunca más volveré a ver, y por un segundo me creo que el que veo es el que creo ver... “
Peces rojos en la lluvia, Editorial Noroeste, 2004