Por fin he encontrado mi sitio en el Universo. Es un poco estrecho en verdad, pero en su interior se respira (es un decir) una Paz inmemorial
No hay que alarmarse por esta foto inocua. Si lo pensamos
bien, los seres humanos pueden ubicarse en dos grandes grupos: el de los que
saben que el día menos pensado van a morir y el de los que no lo saben, o no lo
quieren saber. Los del primer grupo suelen ser gente empática, que le tiende la mano a los demás sin esperar nada a cambio; los del
segundo grupo son el caldo de cultivo de las dictaduras, los genocidios, los
actos despreciables de toda laya.
¿Por qué escribo esto hoy? Porque el creerse eterno es la mentira que lleva al ser humano a la vanidad, al desprecio al semejante, a la avaricia, al ansia de poder, a los conflictos absurdos, al egoísmo descarnado; a todo lo malo y vil. Y tenemos demasiada de esta gente asesinando inocentes en Ucrania y Palestina, por solo citar dos entre tantos otros lugares de este mundo donde la ignominia manda.