Desde hace ciento cuarenta y seis años, esta mujer nos contempla. Y a mí me fascina su presencia, evocadora la verde mirada, tierno y seductor el gesto, en este oleo que Auguste Renoir llamó El ensueño.
Jeanne Samary, actriz de la Comédie Française nacida en marzo de 1857, posó para una docena de las más reconocidas obras del pintor impresionista francés, entre las que está El almuerzo de los remeros, donde Renoir inmortalizó a varios de sus amigos cercanos (ella aparece sonriendo en el extremo superior derecho del cuadro).
Jeanne Samary falleció joven, a los 33 años, dejando tres pequeños hijos a los que poco antes de morir les dedicó Les gourmandises de Charlotte, libro en el que volcó su amor maternal.
La vida fue injusta con Jeanne, la abandonó demasiado pronto; y también, quizá para compensarla, la ha mantenido como suele hacer con sus escasos elegidos: joven y hermosa, intacta ante nuestros ojos y los ojos que vendrán después de los nuestros.
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