sábado

LA SEGUNDA Y LENTA AGONÍA DEL ALEMÁN DE CAMELLE


Autoretrato de Man
   El último temporal ha causado graves destrozos al Museo de Man. Muchos se llevan las manos a la cabeza, lamentando los daños provocados por el mar. Pero si el museo sigue desmoronándose es porque en los últimos ocho años NADIE  ha hecho algo efectivo para protegerlo. Palabras bonitas y actos institucionales han sobrado, los hechos siguen brillando por su ausencia.

   Los siguientes fragmentos corresponden al borrador de una carta que Man dirigiera en 1986 a Camelle y al concello de Camariñas. Pudieran haber sido escritos esta mañana, porque la situación es la misma.
 
 (Para leer el texto, hacer click sobre la imagen)







 







   

   


   Algo hay que hacer para intentar salvar el valioso legado de Manfred Gnädinger. Y tendremos que hacerlo los que nos consideramos sus amigos, con nuestras propias manos.

lunes

GRACIAS, BADAJOZ

El pasado jueves por la tarde, caminando por la Plaza del Obradoiro, pensé que ya era hora de renunciar al vicio de dejarme la piel escribiendo libros sin contar con el adecuado  respaldo editorial. Y el viernes por la noche una inesperada llamada me informó que "El vuelo del cormorán" había ganado el Premio Ciudad de Badajoz de Novela.

GRACIAS, BADAJOZ 

Me has dado mucho más que un premio: me has dado nuevas alas con las que seguir volando a ras de mar, como un viejo y tozudo cormorán.



   Postdata para Marta Robles, esa excelente periodista y escritora a la que hice sufrir con mis torpes palabras cuando me comunicó por teléfono el premio: éste es el "niño" que oías llorar a mi lado...


domingo

LOS 70 DE LENNON

  
   En la Cuba de mi juventud los que escuchaban música en inglés eran señalados como "diversionistas ideológicos”, definición que les ubicaba ipso facto en la despreciable categoría de los “gusanos”. Y con  los gusanos, los que se salían del guión oficial, no había la más mínima tolerancia en la  Cuba de mi juventud; como tampoco la hay en la Cuba de hoy, donde siguen gobernando los mismos perros y con el mismo collar. 

  En aquellos años estúpidos de los que algo aún perdura varios amigos solíamos reunirnos a escondidas para escuchar las canciones de Lennon y Mc Cartney, y tarareábamos en voz baja sus letras, sin saber siquiera lo que significaban en castellano.  Luego, con el paso del tiempo, fuimos descubriendo el significado de esos versos sin sentido atrincherados en nuestros  corazones como si fueran el último reducto de la libertad personal, que es la verdadera libertad.

   Hoy se cumplen setenta años del nacimiento de  Lennon y quiero recordarlo con esa parte del mensaje de Imagine que aún seduce a mis mejores sueños.
 
... Imagina que no hay países
no es difícil de hacer
nadie por quien matar o morir
ni tampoco religión
imagina a toda la gente
viviendo la vida en paz

Imagina que no hay posesiones
quisiera saber si puedes
sin necesidad de gula o hambre
una hermandad de hombres
imagínate a toda la gente
compartiendo el mundo

Puedes decir que soy un soñador
pero no soy el único
espero que algún día te unas a nosotros
y el mundo vivirá como uno ...

sábado

OCTUBRE

  Lluvia intermitente golpeando las ventanas. Viento que silba y estremece los árboles. Se pudren los últimos tomates de la huerta y aparecen las  primeras castañas con su olor a queimada. El sol mengua por días y lo hace regalándonos sutiles colores, y luces y sombras que se enfrentan en incesante danza.  Aún no hace frío pero ya está aquí, de nuevo, una vez más, el  melancólico otoño.
  Parece que sólo el tiempo ha pasado en el último año.

domingo

GACELA HERIDA EN EL AUTOBÚS


Una mujer viaja en el autobús: blusa malva, bermudas blancas, bolso crema con incrustaciones doradas, zapatillas deportivas blancas; la piel ligeramente bronceada, el cabello castaño, las piernas bien formadas, los brazos delgados y los senos pequeños: es bonita, sin ser perfecta. Lee atentamente la hoja de papel que tiene en las manos y, mientras lee, absorbe el aire por la nariz, como si estuviera resfriada. Está seria, muy seria, con la vista fija en el papel. Hace una pequeña mueca y se pasa la mano por el borde del ojo izquierdo antes de doblar el papel en cuatro e introducirlo en su bolso. Voltea la cabeza y mira, sin ver, por la ventanilla del autobús. Los ojos pardos transmiten una triste mirada y sus labios son ahora más abultados, seguramente porque antes tenía las comisuras apretadas. Alguien le llama por el móvil y responde en voz muy baja, sin prisas. Concluye la llamada, devuelve el móvil al bolso y se arregla el pelo sobre la oreja, adornada con un pequeño aro dorado. Vuelve a mirar la hoja de papel que asoma, doblada, en el bolso y gira rápidamente la cabeza a la ventanilla: está  apunto de echarse a llorar.
En la Plaza de América desciende del autobús y se pierde entre la gente. Le deseo todo lo bueno del mundo a esta gacela herida.