miércoles

AL FINAL DEL CAMINO

AL FINAL DEL CAMINO...

APRENDISTE QUE CADA META NO ES MÁS QUE UN NUEVO PUNTO DE PARTIDA

DESCUBRISTE TU IMAGEN VIVA REFLEJADA EN UN CRISTAL

TE HALLASTE A TI MISMO EN EL SITIO EXACTO DE TANTO TIEMPO ATRÁS

AL FINAL DEL CAMINO TROPEZASTE CON EL OCÉANO INSONDABLE DEL NUNCA MÁS

OTROS INTENTARON LLEVARTE AL SITIO DONDE NUNCA QUISISTE VIAJAR

Y CUANDO PARECÍA QUE SOLO TENÍAS POR DELANTE UN PERRO, UN BANCO VACÍO Y UN INTERMINABLE BOSTEZO

ENCONTRASTE, GLORIA A DIOS,  EL AMOR DE TU VIDA

domingo

EL ARTE EFÍMERO QUE NUNCA MUERE

Desde hace años vengo observando en los montes y costas de Galicia pequeñas esculturas hechas con piedras recogidas del entorno. Constituyen esas esculturas el fruto del esfuerzo de creadores anónimos; artistas que no aspiran a ver sus trabajos expuestos en un museo de arte contemporáneo, recibir subvenciones oficiales o escuchar los veleidosos aplausos de la crítica especializada. Sus obras viven enfrentadas al mundo real, de espaldas a la vanidad. Sin más reconocimiento que la cómplice sonrisa del sorprendido caminante. Arte efímero, sujeto a las inclemencias de la naturaleza, obligado a renovarse continuamente para perdurar en el tiempo y, por esa misma razón, arte vivo.  

Hace dos días, en la costa aledaña a las ruinas de la antigua factoría ballenera de Cangas tropecé con una increíble acumulación de piedras conjuntadas que me hicieron recordar, una vez más, al bienamado y siempre traicionado Man de Camelle. Son sencillas esculturas erigidas al aire libre en tierra de nadie, entregadas al universo a cambio de nada. Son, en mi opinión, el génesis del verdadero arte.

Al final de un muelle en desuso, con las Islas Cíes al fondo

Y frente a la populosa ciudad de Vigo
 

El Arte Libre le da verdadero sentido a un espacio depauperado 
 



viernes

ELLA

Me comprende mejor que nadie en este mundo.
Escucha mis confidencias con respetuoso silencio, y nunca ha intentado convencerme de nada. Salta de alegría cuando llego a casa, no importa la hora que sea,  y en las noches de frío intenso se refugia en mi cuerpo, agradeciendo con tenues suspiros el baile de mis dedos en su cálido vientre.
Ella me tiene a mí y yo la tengo a ella. Nunca nos fallaremos, lo sé. Se llama Lala y es una pequeña yorkshire de siete años que llegó a mis manos porque nadie la quería.

miércoles

ARDE VIGO

Por la tarde, vistos desde el mar, los edificios de Vigo 

parecen castigados por las llamas

Pero es el sol que se despide por unas horas

de una ciudad que le ama


Mañana volverán a abrazarse los eternos amantes, fieles a una cita concertada en el comienzo de los tiempos
 

domingo

Y LA LUZ PODÍA TOCARSE CON LAS MANOS


Con mi buen amigo, el filósofo Juan Lois, caminando por el tramo final del Arenteiro, el río de su infancia
En el Pozo dos fumes las rocas formaban una estrecha garganta, obligando al río a despeñarse 
Cerca de la unión del Arenteiro con el Avia tropezamos con  Ponte da Cruz, un puente medieval de cuatro arcadas destruido en 1810 durante los combates de los lugareños con las tropas napoleónicas 
El río limpio y con buen caudal, y en el bosque abundaban los árboles centenarios
En algunos lugares la frondosa vegetación apenas dejaba pasar los rayos del implacable sol de julio y la luz que flotaba en el ambiente portaba tanta magia que podía tocarse con las manos 

miércoles

PONIÉNDOLE NOMBRE A LA PROTAGONISTA DE UNA NOVELA


En la playa. Una chica delgada, de pelo color caoba y grandes ojos negros, me ve garabateando en una libreta, se acerca y dice:
-    ¿Qué haces? ¿Pintas el mar?
-    No. Tomo notas para escribir una novela.
-    ¿Cómo te llamas? ¿De dónde eres? –insiste ella.
Me hace gracia su pueril insolencia.
-    ¿Y tú como te llamas, de donde eres?
-    Clara, y soy de Mondaríz.
-    Me gusta tu nombre. Le pondré tu nombre a la protagonista de mi novela.
-    ¿Le vas a poner mi nombre a la protagonista de tu novela?
-    Sí, ¿por qué no?
Sonríe y apunta con la mano a sus amigas,  que esperan a unos metros de distancia.
-    ¿Vienes con nosotras? Podremos conversar por el camino y así sabrás algo más sobre el personaje de tu libro.
-    Gracias, pero debo regresar a casa.
-    Bueno, como quieras. Dame tres besos,  Heminghway. Espero leer pronto esa novela.
-    La leerás, Mona Lisa, no lo dudes.
Y se despide con una cálida e ingenua mirada. 

viernes

NO ES LO MISMO MIRAR QUE VER

PASAMOS POR EL MUNDO SIN PERCIBIRLO EN SU VERDADERA DIMENSIÓN, FÍSICA Y ESPIRITUAL.
ESTE VERANO HE DESCUBIERTO EN EL PATIO EXTERIOR DE CASA A MULTITUD DE INSECTOS CUYA EXISTENCIA IGNORABA. ESTABAN AHÍ DESDE SIEMPRE PERO PARA MÍ NO EXISTÍAN PORQUE, A PESAR DE QUE PASO MUCHO TIEMPO EN ESE PATIO, NUNCA ANTES LES HABÍA VISTO.
A MENUDO MIRAMOS SIN VER. CAMINAMOS POR LA VIDA SIN CAPTAR ESOS DETALLES APARENTEMENTE SECUNDARIOS QUE EN REALIDAD PUEDEN SER LOS MÁS IMPORTANTES. Y ESTO LO ESCRIBO PENSANDO EN ALGO MÁS QUE EN EL PEQUEÑO UNIVERSO PARALELO RECIÉN DESCUBIERTO EN EL PATIO DE MI CASA.








viernes

REMANDO EN LA RÍA

Logró hacerse con un pequeño barco de remos. Entonces, en su tiempo libre salía a navegar por la ría. En la mar el tiempo pasaba con rapidez y no pensaba en otra cosa que no fuera navegar.
A veces el viento hacía peligrosa la navegación, pero él salía igual y el bote saltaba empujado por las olas, permaneciendo un instante suspendido en el aire antes de zambullirse en la mar, para volver a flotar de nuevo.
En los días de mar serena los curiosos arroaces se acercaban a verle. Y las sardinas nadaban aterrorizadas cerca de la superficie, acosadas por las rinchas que se alimentaban de ellas, y las gaviotas acudían en masa al festín de las pobres sardinas que saltaban fuera del agua.  “La vida se alimenta de la vida” pensaba, recordando que también la muerte se alimenta de la vida.

jueves

NO DÍA DAS LETRAS GALEGAS

Como escritor, Marcelino Fernández Mallo ten a capacidade de sorprenderme. Acabo de ler a súa última obra, Pallarega, na que conta con enxeño unha historia verdadeira e próxima, desas que nos deixan con desexos de seguir lendo.

E digo que Marcelino me sorprende como escritor porque as súas obras non repiten estilo ou temas. Klásicos, a súa anterior novela, asombroume non só pola profundidade psicolóxica do personaxe (Horacio) senón tamén polo maxistral ritmo interior da narración.

Marcelino non escribe por diñeiro ou vaidade. Escribe porque lle apetece e quere compartir a súa mensaxe, defender as súas ideas.
E coa súa obra, talvez sen pretendelo, fortalece e engrandece á cultura galega e, con ela, a universal. Xente como el resulta imprescindible nesta terra.

















lunes

LAS NUBES DE MAYO

   Silencio en el patio. Sol leve, brisa y nubes altas. Una paloma torcaz pasa volando, dejando tras sí el peculiar sonido que produce al batir sus alas. El patio ha vuelto a llenarse de flores, y de insectos. En el cielo azul pastel las nubes parecen brochazos dados por un gigantesco pincel. Trazos alargados, curvos, acaracolados que Dios ha querido pintar en la tarde.