Todo en este mundo parece estar escrito de antemano. No creo en la casualidad, ni siquiera en la suerte o la oportunidad. Creo, porque así me lo ha enseñado la vida, en lo que llamo La Providencia; y también en el papel que juega el libre albedrío -nuestras decisiones personales- ante los retos que nos impone la providencia.
domingo
DESDE EL JARDÍN: DETERMINISMO EXISTENCIAL
Todo en este mundo parece estar escrito de antemano. No creo en la casualidad, ni siquiera en la suerte o la oportunidad. Creo, porque así me lo ha enseñado la vida, en lo que llamo La Providencia; y también en el papel que juega el libre albedrío -nuestras decisiones personales- ante los retos que nos impone la providencia.
lunes
UNA FUERTE LLUVIA VA A CAER
“Mañana lunes actúa Bob Dylan en Santiago, ¿quieres ir?... Pero no vayas a hacer como cuando te presenté a Dulce Ponte y terminaste abrazado a ella en el escenario, o como la tarde que casi emborrachas a Slash en Madrid. Si prometes comportarte te llevo a conocer a ese genio”, me dijo mi amigo Alfonso LP una fresca tarde de abril del año pasado.
La noche siguiente conocí a Dylan. Fue un breve encuentro, casi una casualidad, momentos antes de comenzar su concierto en el Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela. Alfonso LP, que lo había tratado en sus anteriores visitas a Galicia, nos presentó en el momento que él entraba en su improvisado camerino.
Dylan no tenía ningún deseo de hablar; y aunque yo sí tenía deseos de hablar mi acento de mexicano fronterizo estaba fuera de su alcance, así que nos limitamos a estrecharnos las manos mientras nos mirábamos un segundo a los ojos, profundamente verdes los de él.
- - A hard rain´s a-gonna fall -me dijo con voz áspera, casi ronca, y entró en el camerino.
Han pasado algo más de un año de aquel día y hoy he amanecido recordando el momento en el que Dylan se despidió sugiriéndome el título de una de sus canciones que es, sobre todo, pura poesía. Aquí va, para quien la pueda aprovechar, la letra de esta canción escrita hace más de medio siglo y que parece concebida para el día de hoy.
UNA FUERTE LLUVIA VA CAER
Oh, ¿dónde has estado, querido hijo de ojos azules?
¿Dónde has estado, cariño mío?
He tropezado con las laderas de doce brumosas montañas,
he caminado y me he arrastrado por seis carreteras retorcidas,
he estado en medio de siete bosques sombríos,
he estado delante de una docena de océanos muertos,
me he adentrado diez mil millas en la boca de un cementerio
Y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.
¿Y qué viste, mi hijo de ojos azules?
¿Qué viste, cariño mío?
Vi lobos salvajes alrededor de un recién nacido,
vi una autopista de diamantes que nadie usaba,
vi una rama negra goteando sangre todavía fresca,
vi una habitación llena de hombres cuyos martillos sangraban,
vi una blanca escalera cubierta de agua,
vi diez mil oradores cuya lenguas estaban rotas,
vi pistolas y espadas en manos de niños
Y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer
¿Y qué oíste, mi hijo de ojos azules?
¿Qué oíste, cariño mío?
Oí el sonido de un trueno que rugió sin aviso,
oí el bramar de una ola que podía anegar el mundo entero,
oí cien tamborileros cuyas manos ardían,
oí diez mil susurros y nadie escuchando,
oí a una persona morir de hambre y a mucha gente riendo,
oí la canción de un poeta que moría en la cuneta,
oí el gemido de un payaso que lloraba en el callejón
Y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es dura la lluvia que va a caer.
¿A quién encontraste, mi hijo de ojos azules?
¿Y a quién encontraste, mi joven querido?
Encontré un niño pequeño junto a un pony muerto,
encontré un hombre blanco que paseaba a un perro negro,
encontré una mujer joven cuyo cuerpo estaba ardiendo,
encontré a una chica que me dio un arco iris,
encontré a un hombre que estaba herido de amor,
encontré a otro que estaba herido de odio
Y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.
¿Y ahora qué harás, mi hijo preferido?
¿Ahora qué harás, cariño mío?
Regresaré afuera antes de que la lluvia
comience a caer,
caminaré hacia el abismo del bosque más oscuro
donde la gente es mucha y sus manos están vacías,
donde el veneno contamina sus aguas,
donde el hogar en el valle encuentra el desaliento de la sucia prisión,
y la cara del verdugo está siempre bien escondida,
donde el hambre amenaza,
donde las almas están olvidadas,
donde el negro es el color,
y ninguno el número,
y lo contaré, lo diré, lo pensaré y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña
para que todas las almas puedan verlo,
luego me mantendré sobre el océano hasta que comience a hundirme,
pero sabré bien mi canción antes de empezar a cantarla
Y es dura, es dura, es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer
viernes
ROCAS QUE HACEN LEYENDA
miércoles
PASEANDO POR LA CIUDAD, CON DIEGO
https://www.youtube.com/watch?v=JC5uF5cO96U
https://www.youtube.com/watch?v=hp5MAE28RHU&t=25s
martes
CARMINA BENGURÍA: SOLO EL AMOR CONSTRUYE
En Roberto, escultor y dibujante considerado un exponente destacado de las artes plásticas cubanas, me sorprendieron sus ojos, penetrantes y lúcidos; Roberto era una mirada sabia e irónica, insolente y benévola, pícara a la vida. Y, a pesar del medio siglo que llevaba viviendo en los Estados Unidos, no había perdido ni un ápice de su habanera cubanía.
En la esposa de Roberto, Carmina, encontré a una preciada gloria de la época en que los teatros rebosaban de personas dispuestas a vibrar con la fuerza de la buena poesía. Pero, a poco de hurgar en ella, descubrí en Carmina algo más que la joven que a mediados del siglo XX enamoró a toda Hispanoamérica interpretando, dando nueva vida, a los grandes poetas de nuestra lengua; descubrí que había algo más dentro de esa mujer condecorada por los gobiernos de Cuba, España, Perú y Ecuador con sus máximas distinciones culturales; había en ella algo más que la persona cinco décadas expatriada, fiel a sus convicciones martianas y humanistas. Simplemente, descubrí en Carmina a un ser entrañable.
En enero de 2015 me sorprendió la noticia de la muerte de Roberto y la gravedad de Carmina, ingresada en la sala de terapia intensiva de un hospital de Miami. Cuando logré localizarla por teléfono, Carmina en el hospital y yo en España, iniciamos una serie de conversaciones diarias en las que ella me contaba su estado y yo intentaba darle ánimos.
Luego, al ser internada Carmina en el Miami Jewish Home, durante casi dos años continuaron nuestras conversaciones telefónicas, que a menudo duraban varias horas. Así, un día comprendí que desde la soledad de su habitación Carmina estaba desnudando su vida, confiándome a corazón abierto todo lo aprendido en su largo e intenso recorrido por este mundo. Y en noviembre de 2016 viajé de nuevo a Miami, esta vez para estar un mes con ella, compartiendo un tiempo precioso.
En la web del Centro de exportación de libros españoles (CELESA) (www.celesa.com) se deben poner en el buscador las palabras "Carmina Benguria Solo el amor construye".